sábado, 5 de julio de 2014

El comienzo de la historia. Y una importante reflexión.

El propósito de este blog es contar cómo es la vida de mi tortuga desde mi propia experiencia.
Mi mascota-hija es una tortuga de tierra argentina, de casi 5 meses de edad, llamada Sol. Nació el 8 de febrero de 2014, y a partir de mayo del mismo año soy su dueña y cuidadora.
Desde hace muchos años he deseado tener una tortuga y finalmente lo he conseguido, aunque debo advertir a quienes también deseen una, que conlleva una gran responsabilidad, como cualquier mascota, pero más aún debido a que, increíblemente, éstas se encuentran en peligro de extinción.
Con gran pesar, admito haber contribuido al tráfico ilegal de las mismas, aunque sin saberlo. Sólo cuando comencé a navegar en la web descubrí esta situación y el por qué se encuentra amenazada su especie y que, por lo tanto, su venta está prohibida. Luego, analizándolo desde otro punto de vista, lo natural es que el animalito viva en su hábitat natural.
Sin embargo, de acuerdo a las recomendaciones y a lo que he leído, una vez que tenemos en nuestras manos una tortuga, es muy peligroso soltarlas nuevamente en su ecosistema, no llegan a sobrevivir mucho tiempo. Por lo que es necesario brindarle a nuestra mascota cuidados que son mucho mayores que los que se dan a un animal doméstico, e informarse sobre todo lo referido a su salud, alimentación, reproducción.
Ésta es una experiencia nueva para mí, sin embargo, plasmando mis vivencias, trataré en lo posible de ayudar a los dueños de tortugas terrestres.
Espero les guste este blog. Cualquier crítica siempre será bienvenida. Saludos.

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